La mañana siguiente Erwan se despertó algo más pronto de lo habitual, como espoleado por una inusitada sensación de actividad contenida... Recordaba perfectamente que, unas horas antes, había dado el gran paso hacia delante, el paso definitivo, se había inscrito en el Maratón… Una decisión muy arriesgada dado que sus entrenamientos no eran ni mucho menos los más adecuados para finalizar los 42,195 km en el tiempo que le había indicado a Ylena y sobre todo porque en apenas un par de semanas se celebraba la gran cita...
Erwan se situó frente al espejo, su expresión somnolienta era síntoma evidente de haber pasado una noche intranquila y no demasiado reparadora… Con la mirada fija en sus propios ojos, como retándose a sí mismo, Erwan apretó sus labios con firmeza y pensó que valía la pena intentarlo… Porqué no…? Nada se lo impedía y su motivación podía palparse a flor de piel. Ylena le había devuelto un poco de luz a su vida, se había convertido en una referencia constante en su quehacer diario y su interés por cumplir con la promesa que le había hecho superaba cualquier dificultad previa, cualquier posible reticencia… Iba a ser duro, desde luego. Erwan estaba convencido de la enorme dificultad para conseguir su propósito. Sabía que el muro sería esta vez más firme que nunca y difícil atravesarlo indemne… Y que a pesar de su propósito por alcanzar semejante reto, de vez en cuando le asaltaban algunas dudas... A Ylena apenas la conocía, no sabía prácticamente nada de su vida… Desconocía tantas cosas de ella…!! En fin, quizás toda esta situación no tenía demasiado sentido, no tenía una base lógica... Ylena era una novedad muy reciente en su vida, su relación hasta ahora se había limitado a mantener alguna conversación durante los entrenamientos, desconocía cómo era su vida, que es lo que hacía cuando no estaba corriendo… Pero a pesar de todo Erwan no renunciaba a seguir adelante...!!
Sumergido en esos pensamientos Erwan se dirigió a la cocina y preparó una botella de agua con sales minerales, se vistió apresuradamente, comprobó que la batería de su FR 405 estaba cargada y buscó en el escritorio de su ordenador el plan del último Maratón en el que había participado hacia ya unos meses… Erwan lo observó con detenimiento… Plan de 12 semanas, días de entrenamiento, subidas, series, cambios de ritmo, etc. Decidió que no le servía... No tengo margen de tiempo suficiente para eso...!! -Exclamó Erwan-. He de improvisar sobre la marcha-- - Dijo para sí mismo- Y se centró unos minutos en valorar diferentes alternativas. En la pantalla de su portátil un documento de Word en blanco esperaba impasible sus órdenes para plasmar en Arial, tamaño de fuente 11, sus primeras intenciones e indicaciones a seguir durante los próximos días.
Erwan consultaba los planes que tenia archivados en el disco duro y los diferentes criterios a seguir: Jeff Galloway, Jack Daniels, Bob Glover, Martin Fiz, Julio Rey… Tenía suficiente material donde elegir. Erwan decidió improvisar y hacer una combinación de diferentes opciones intentando personalizarlas en función de su objetivo… Esta mañana 20 km a ritmo sostenido sobre 5 min x km, mañana un 10 x 1000 a 4 min x km con recuperación de 1 min, al día siguiente otros 20 km manteniendo el ritmo del primer día y acabando los tres últimos a 4:30, por la tarde sesión de natación y tonificación del tronco superior al día siguiente después de los cambios de ritmo en pirámide… Erwan fue diseñando su improvisado plan del Maratón para los próximos 15 días… Una vez hubo concluido, Erwan volvió a leerlo con actitud reflexiva... Uffff…!! –Exclamó- Necesitaré un aporte extra de energía, necesito ponerme las pilas… Vamos allá…!! Erwan se levantó y, con toda su determinación, cerro los puños y se auto convenció: Voy a conseguirlo…!! Después Erwan bajó a la calle y se dirigió al lugar previsto para iniciar su entrenamiento con total convicción…
Su actividad era absolutamente imparable.
Los días siguientes fueron realmente exigentes… Erwan se había propuesto exprimir al máximo sus posibilidades para dar lo mejor de sí mismo... Estaba experimentando una metamorfosis totalmente irreversible. Cada fibra de su musculatura le pedía a gritos su correspondiente dosis de actividad, su sistema cardiovascular necesitaba quemar más oxígeno, su frecuencia cardiaca asimilaba sin desfallecer cada nueva dosis extra de ejercicio... Cambios de ritmo frenéticos, series de 1, 2 3 y 4 kilómetros… Rodajes de 20 y 25 kilómetros, ni un solo día de descanso, hidratación continua… Erwan entrenaba por las mañanas prácticamente en ayunas, lo único que ingería era una infusión de té rojo 30 minutos antes y durante el resto de la jornada se esforzaba por beber más de dos litros de agua... Su actividad era absolutamente imparable. Estaba todo el tiempo libre del que disponía analizando las diferentes sesiones de entrenamiento y su reacción física y mental a los mismos, calculando calorías y tiempos de recuperación y buscando en Internet nuevas fórmulas para aumentar el rendimiento en el más breve espacio de tiempo posible... Al llegar la noche Erwan estaba totalmente derrotado, se sentía exhausto pero al tiempo feliz... Incluso se preguntaba si había llegado al límite de la obsesión y si posiblemente estaba caminando sobre la misma frontera de la cordura… Pero después de continuas reflexiones volvía a sentirse más motivado que nunca y desechaba la idea de caer en una situación de riesgo. Se tumbaba en su cama y visualizaba todos y cada uno de los momentos vividos durante el día intentando extraer de cada uno de ellos toda la energía posible para acumularla en su memoria... Debía llegar al Maratón con la carga física y emocional suficiente como para acometer su objetivo con las mínimas garantías de éxito, rebosante de endorfinas... Sus piernas estaban en constante efervescencia, hasta el punto en que, de forma involuntaria, no podía reprimir algunas sacudidas espontáneas que sus miembros inferiores lanzaban al aire... Sus piernas eran como dos columnas jónicas a punto de estallar..
Erwan se esforzaba por conciliar el sueño para rentabilizar al máximo sus horas de descanso y su mente iba recopilando todos y cada uno de los encuentros casi diarios con Ylena. Sus palabras de ánimo, sus comentarios alentadores para afrontar el inminente Maratón, su especial forma de dirigirse a él llamándole “maratoniano”, algo que a Erwan le encantaba escuchar y no podía reprimir emitir un brillo especial en sus pupilas mientras alimentaba su orgullo de corredor al oír esas palabras en los labios de Ylena... Entre Erwan e Ylena durante estos últimos días se había establecido una conexión de evidente complicidad y para Erwan todo lo acontecido hasta el momento tenía un significado especial... Ylena se había materializado como su auténtica fuente de motivación, era su razón para el inminente Maratón y así... recreándose en su imagen y en el eco de sus palabras, Erwan se iba entregando lentamente al mundo de los sueños.....
Los días iban transcurriendo a una velocidad imparable. A Erwan le faltaban horas para solventar todas sus obligaciones y conciliarlas con sus entrenamientos diarios. Era toda una vorágine de actividades prácticamente sin tiempo para pensar. En esos últimos días Erwan había acentuado todavía más el perfil afilado que caracteriza y delata a los corredores de Maratón. Su imagen era fiel reflejo de lo que se llevaba entre manos y era consciente de que su esfuerzo parecía ir dando los primeros frutos… Sentía en su interior ese cosquilleo constante que predice la llegada de la gran prueba. Lo cierto es que Erwan contaba los minutos, las horas, los pocos días que faltaban y no podía ni quería negase a sí mismo su estado de ansiedad. Todo en su vida giraba en torno al Maratón y a Ylena... Visualizaba con todo detalle la secuencia que ella había propuesto.... Erwan llegaba a la meta del Maratón totalmente exhausto, con una buena dosis de sufrimiento acumulado en los últimos kilómetros... Y en esos metros finales Erwan se imaginaba a Ylena haciéndose un hueco entre el gentío y llamándole, gritándole con todas sus fuerzas... Vamos, vamos.. Erwan...!! Venga, maratoniano, que ya lo tienes...!! Y entonces un escalofrío recorría su pecho. Sabía que ese era el momento cumbre por el que habría valido la pena todo el sacrificio anterior... Quería pasar junto a Ylena en esos últimos metros y demostrarse a si mismo que había sido capaz de superar ese reto, que había cumplido su promesa, que había atravesado el muro y que, aunque casi sin fuerzas, llegaba en el tiempo estipulado... Ylena estaría esperando su entrada y él iba a darlo todo, iba a vaciarse por recibir en primera persona sus palabras de ánimo y sus felicitaciones. Quería pasar a su lado y mirarla a los ojos, aunque sólo fuese un segundo, y concentrar en ese instante todo lo que ella le inspiraba... Era su forma de demostrarle de lo que era capaz.. Aunque, claro, ella aun no lo sabía... Ylena era su punto de destino en el Maratón...
Faltaban solo tres días para la fecha anunciada y Erwan tenía previsto para esa tarde el último entrenamiento: un rodaje suave que había decidido sería algo atípico para romper un poco la férrea rutina que se había autoimpuesto desde hacía algunos días… Precisamente la mañana anterior había vuelto a coincidir con Ylena y al final de su rodaje le habia explicado con todo lujo de detalles el proceso de preparación del Maratón ante la admiración de ella. Ylena no podía entender cómo Erwan era capaz de asimilar tanto esfuerzo físico y psicológico, tan alta dosis de disciplina... Erwan le explicó minuciosamente los tiempos de las series, los períodos de recuperación, la importancia de las tiradas largas, los efectos de las endorfinas... Un lenguaje que para Ylena era prácticamente desconocido y que captaba plenamente todo su interés...
Ylena, esa misma mañana, había vuelto a insistir en el momento que Erwan deseaba con la máxima intensidad, el instante de la llegada del Maratón y le había prometido llevar su cámara fotográfica para captar la imagen de su entrada, mientras Erwan la escuchaba totalmente complacido... Erwan deseaba ese momento, lo respiraba a cada instante… Lo deseaba casi con fervor religioso... Ella estaría allí esperándole… Expectante por ver su llegada triunfal… Y Erwan, una vez cruzada la línea de meta, aun jadeante, iría a su encuentro, iría en busca de su recompensa, de su sonrisa, le abrazaría y la miraría fijamente a los ojos y quizás le diría... Quería decirle tantas cosas....!!
Erwan se iba empapando lentamente pero no le importaba la lluvia...
Erwan se había desplazado hasta el lugar elegido para iniciar su último entrenamiento y, antes de empezar a correr, elevó su mirada hacia el horizonte... El cielo estaba cubierto de un gris plomizo e incluso, aunque tímidamente, empezaban a caer algunas gotas de lluvia dispersa. A Erwan no le importó... Es más, incluso pensó que era lo ideal, le encantaba correr bajo las gotas de lluvia. Era una sensación indescriptible, algo que dotaba al entrenamiento de un atractivo especial. Erwan se ajustó su gorra justo por encima de sus cejas, inspiro profundamente y sus piernas, como impulsadas por un resorte invisible, se pusieron en marcha... Erwan se iba adentrando en el bosque mientras notaba que sus extremidades inferiores le inducían aumentar el ritmo de crucero... Buena señal…!! – Pensó Erwan- Haciendo esfuerzos para contener el ritmo y no dejarse llevar… Era “The Flow”, el flujo que corría por sus venas y arterias... Era la viva expresión del concepto que Mihály Csíkszentmihályi había propuesto en 1975. Ese estado mental operativo en el cual la persona está completamente inmersa en la actividad que está ejecutando, durante la cual el tiempo vuela y las acciones, pensamientos y movimientos se suceden unas a otras sin pausa. Todo el ser está envuelto en esa actividad y se utilizan todas las destrezas y habilidades llevándolas hasta el extremo. La persona que está en ese nivel se encuentra completamente absorbida y experimenta una enorme satisfacción... Erwan conocía esa sensación de otras ocasiones y en esos momentos estaba totalmente rebosante de ella... Fantástico…!! -Se decía Erwan- Fantástico...!! Se repetía interiormente mientras divagaba sobre la posibilidad de venir algún día, después del Maratón, a ese mismo lugar y rodar tranquilamente, disfrutando del entorno, junto a Ylena... Querría ella acompañarle..? - Se interrogaba Erwan…-
Empezó a subir las primeras pendientes, la tierra húmeda despedía un aroma característico que penetraba en sus sentidos, sus zancadas era firmes y dejaban tras de sí unas huellas perfectamente dibujadas en el sendero…. El cielo se iba cerrando progresivamente y durante los primeros kilómetros la lluvia fue intensificando su presencia.. La tonalidad plomiza sobre su cabeza se fue convirtiendo en un trasfondo más oscuro que se acrecentaba a cada instante... Erwan se iba empapando lentamente sin importarle la persistente lluvia... El líquido elemento era cómplice de su salida y Erwan decidió continuar unos kilómetros más bajo su manto....
Erwan seguía corriendo con decisión atravesando serpenteantes pistas forestales que por momentos se iban estrechando… La intensidad de la lluvia no sólo no disminuía sino que súbitamente empezó a descargar con una fuerza inusitada... Fue cómo una eclosión espontánea, cómo si el cielo hubiera abierto de par en par unas gigantescas compuertas… Hasta el punto en que, en algunos momentos, Erwan no era capaz de distinguir el sendero más allá de cinco metros alrededor... No tuvo más remedio que detenerse unos instantes... Prácticamente estaba anocheciendo y, en vista de la situación, decidió que era el momento de regresar tras sus pasos a resguardarse del temporal y darse después una buena ducha de agua caliente... El trabajo del Maratón ya estaba hecho y el remojón ya era más que suficiente… Erwan giró sobre si mismo…
En ese preciso instante el sendero sobre el que Erwan intentaba retroceder pareció estremecerse.. El latigazo aéreo de una fuerte tormenta eléctrica y el bramido continuo de los truenos resonaron en el bosque como un eco fantasmagórico… Era prácticamente imposible avanzar sin que sus Brooks Glycerin quedaran adheridas al barro como si unas garras invisibles surgieran desde el suelo y le sujetaran firmemente, mientras riachuelos crecientes de agua comenzaban a surcar la tierra junto a sus pies... Que mala suerte..!! Vaya tormenta...!! -Pensó Erwan- Sí, le gustaba la lluvia pero aquello ya era algo excesivo... En ese momento deseo no estar allí, solo quería regresar a casa y dejar fluir sobre su piel esa ducha caliente y reparadora y centrarse en su gran objetivo... Sólo faltaban dos días para el Maratón… Solo dos días para encontrase con Ylena, para vivir en primera persona ese encuentro ansiado por el que había estado trabajo muy duro las últimas tres semanas... Ylena estaría esperándole en la línea de meta..!! Que diría ahora ella si le viera en medio del bosque totalmente empapado bajo una tormenta de mil demonios..!!
El latigazo aéreo de una fuerte tormenta eléctrica y el bramido continuo de los
truenos resonaron en el bosque como un eco fantasmagórico...
En pocos minutos la noche prácticamente se había cerrado sobre Erwan y cada vez era más difícil avanzar ni tan siquiera un metro con el riesgo evidente de sumergirse en un auténtico barrizal... Erwan estaba realmente inquieto deseando localizar con urgencia un punto de referencia para orientarse e intentar alcanzar una zona protegida en la que esperar unos minutos... Quizás la furia desbocada de la tormenta daría paso a un momento de respiro… Jadeando por el esfuerzo Erwan se protegía los ojos con su mano izquierda mientras la gotas de lluvia le golpeaban como afiladas agujas lanzadas desde lo más alto… Luchaba cuerpo a cuerpo contra la lluvia desatada y sus pasos era cada vez más pesados e inseguros… Erwan tenía frente a sí una densa cortina de agua que frenaba cada uno de sus gestos y le hacía tambalearse mientras se esforzaba en distinguir el camino y encontrar, inmerso en la líquida oscuridad, un lugar para resguardarse…
Una ráfaga de luz destellante rasgó la profundidad del cielo crepitando sobre los árboles...
Continuará.......
PRÓXIMO DOMINGO 29 DE NOVIEMBRE PUBLICACIÓN DEL ÚLTIMO CAPÍTULO:
DH-7534W................................3:15:00
ENLACES A LOS CAPÍTULOS ANTERIORES:
- CAPITULO 1: UNA MAÑANA CUALQUIERA DE UN DÍA NORMAL...
- CAPITULO 2: UN ENCUENTRO CASUAL
- CAPITULO 3: LA LLAMADA DEL MARATÓN
¡Carles, por Dios, sálvale de una pulmonia o algo peor!
ResponderEliminarEste tio me tiene en un sinvivir.
Muy bien, sigue así.
Por eso corro con un Forerunner y un iPhone con GPS y mapa... :D
ResponderEliminarEste Erwan me está preocupando, nos tienes en ascuas!!!
Una ráfaga de luz destellante rasgó la profundidad del cielo crepitando sobre los arboles... Y? Cómo sigue!? No se si voy a poder aguantar hasta Diciembre! Tú, por si acaso, cierra bien la oficina.
ResponderEliminarUn abrazo!
Como le pase a Erwan lo que a mi, embarrado hasta las cejas el lunes, dos veces tuve que parar a limpiar mis saucony de barro un kilo extra en cada zapatilla, Erwan regresa sobre tus pisadas jejeje, impaciente para la próxima entrega
ResponderEliminarQué estrés Carles, así me vas a tener hasta el domingo?
ResponderEliminarPoe dios no se nos puede dejar así, estoy en un sin vivir, dinos aunque sea si sale bien de esta....
ResponderEliminarJoder tio, pedazo de historias que cuentas... a veces me pierdo pero enganchan un montón. Eres un makina total. Un abrazo
ResponderEliminarPobrecito,como sufre .Espero que tenga suerte.
ResponderEliminarLo que sufrirá Erwan en la maratón (¡si llega!) con sólo dos semanas de preparación específica será poco comparado con la tormenta. :O
ResponderEliminarSublime esto cada vez se pone más chulo,quillo po no que estoy como el que realmente está leyendo un libro y quiere volver a seguir al dia siguiente,esto está super interesante.
ResponderEliminarGracias Carles.
Algo malo le persigue ,dale animos campeon que vendran tiempos mejores
ResponderEliminarMadre mía!...¿y hemos de esperar hasta el domingo? está muy emocionante!...pero me da a mi que de final feliz como él se lo espera tipo cuento de princesas, na de na. Sería lo más bonito, pero...no sabemos nada de ella...y ahora lo de la tormenta...no se yo...
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