Los que tenemos la suerte de pertenecer a este grandioso mundo de los corredores de fondo podemos sentirnos orgullosos de poseer una de las especialidades más duras y temidas por el resto de los mortales el MARATÓN. Casi todos conocemos mas o menos la historia de esta legendaria carrera, pero cuando uno profundiza un poco en el tema se da cuenta de por qué el maratón es algo más que una simple competición, se trata de una leyenda llena de curiosidades y anécdotas que la sitúan por sí sola en el lugar que se merece.
Desde Filípides hasta Khanouchi han transcurrido 25 siglos y en todo este tiempo se han producido miles de historias en torno a esta mítica distancia siendo tarea imposible intentar reflejarlas todas, ni tan siquiera una ínfima parte.
No se trata de facilitar una lista repleta de datos técnicos, marcas y fechas sino intentar recopilar datos de distintos autores que han estudiado a fondo la historia de la maratón y que seguramente nos harán sentirnos más orgullosos, si cabe, la próxima vez que nos enfrentemos a una nueva carrera.
¿Por qué el nombre de Maratón?. Casi todos sabemos que el termino maratón remonta su origen a la evocación de los hechos ocurridos en la Antigua Grecia en el año 480 a.c., durante la batalla de MARATONA en la ciudad griega del mismo nombre situada al noroeste de Atenas.
La historia cuenta como el heroico soldado griego Filípides caía muerto en Atenas, tras correr los aproximadamente 40 km que la separaban de las llanuras de Maratón, donde los atenienses libraron la batalla más importante contra el Ejército Persa. A su llegada a Atenas, gritó "Alegraos, hemos vencido!" y luego cayó muerto, exhausto.
Una de las versiones dice que al llegar agotado a Atenas solo pudo decir “NIKE” para luego morir. NIKE era el nombre de la diosa griega de la victoria. Otras versiones dicen que no murió por el esfuerzo realizado sino que como consecuencia de las heridas producidas durante la batalla.
Actualmente no hay evidencia que este incidente dramático haya tenido lugar alguna vez. Es indudable que muchos acontecimientos históricos están llenos de “agregados populares” con la finalidad de embellecer los sucesos. Así pues esta historia difiere sensiblemente de la contada por varios historiadores y estudiosos de la mitología griega.
Cuenta Herodoto que como parte de las Guerras Médicas, el Ejército Persa había partido al mando de los generales Datis y Altafernes con aproximadamente 600 barcos, para desembarcar en la bahía de Maratón, en la costa oriental griega y dirigirse desde allí por el camino costero hacia la ciudad de Atenas.
El propio Milcíades que se encontraba al mando de las tropas griegas, decidió no esperar y partir a su encuentro para combatir. Aproximadamente 20.000 hombres componían las fuerzas persas y tan solo la mitad las atenienses. Fue ante este difícil panorama que los atenienses decidieron enviar presurosamente al hemerodromo (o soldado corredor) Filípides para pedir refuerzos a Esparta, pueblo griego guerrero por excelencia. Cuentan que hizo los 240 Km que separaban Atenas de Esparta en dos días.
Los espartanos, aunque decididos a ayudar a Atenas dijeron no poder infringir sus leyes, pues se encontraban en el noveno día del mes lunar y debían esperar uno mas para la llegada de la luna llena, lo que supondría una segura derrota para las tropas griegas.
De regreso, y cuando Filípides estaba cerca del monte Partenio, encontró al Dios Pan y éste llamándolo por su nombre le ordenó que llevara un mensaje a los atenienses según contó el propio soldado: "preguntándoles porqué no le honraban, siendo que él era amigo de ellos, que les había ayudado antes muchas veces, y que así volvería a hacerlo" (Heród. V, 105).
Regresó Filípides con este mensaje a las tropas atenienses y Milcíades, conocedor de las técnicas de ataque persas, decidió debilitarlas en su parte central para fortalecer los extremos. Fue que los atenienses rodearon a sus oponentes a pesar de ser doblados en número e infringieron la primera derrota terrestre al ejército Persa. Según cuentan los historiadores griegos de la época mataron a 6.400 persas y sólo perdieron a 192 de sus hombres.
¿Habrá sido esta la historia, y no la del correo que llevaba el mensaje triunfal ?. Sin dudas que estos relatos históricos con un fuerte fundamento bibliográfico, tienen mayor credibilidad que el que conocíamos del "heroico soldado" que murió de cansancio.Filípides fue, según algunos historiadores, el mensajero no de un hecho consumado sino el encargado de transmitir a su ejército el mensaje de fe que posibilitó su triunfo final y con ello el fin de las primeras Guerras Médicas.
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